muralla de la medina

Al exterior de la puerta Almodovar, y siguiendo el curso de la muralla, discurre un arroyo que une este acceso con la calle Cairuán y la puerta de la Luna.

contexto histórico

Desde los tiempos de Abd al Rahman I en el año 755, Córdoba ha sido la sede y centro de poder de los soberanos omeyas y por consiguiente del Califato de Córdoba, convirtiendo a la ciudad en una gran metrópolis para gestionar Al-andalus. Debido a su importancia y a su más evidente expansión, era necesario reforzar y ampliar su zona de amurallamiento de la antigua muralla romana, la cual se encontraba en muy mal estado y abandono. 

Debido a las guerras internas en la península y aprovechándose del antiguo “Pomerium” romano de la ciudad, la muralla de la Medina se alzó de nuevo reforzada, como la heredera de la anterior muralla. Es curioso decir que no se sabe dónde termina lo romano y comienza lo árabe, pues los musulmanes de la península Ibérica aprendieron mucho en cuanto a murallas o puertas.

 

amurallamiento

Con este nuevo amurallamiento, el plano urbano queda delimitada en la ciudad tal y como la conocemos. Se extiende por las grandes avenidas desde el puente de San Rafael hasta la esquina del paseo de la Victoria con Ronda de los Tejares, continuando hasta Colón y bajando hacia el río por Alfaros y la calle de la Feria. En este perímetro queda incluido el Alcázar Viejo y la Huerta del Alcázar, resultado de la expansión de los antiguos centros de poder de la época Califal.

Muralla de la Medina

Sabías que…

Ibn Baskuwal, un historiador andalusí de la época, realizó un listado donde identificó un total de siete puertas en el recinto amurallado de la Medina:

las 7 puertas

La Puerta del Puente (Bab al-Qántara) ubicada en línea con el Puente Romano; la Puerta del Hierro (Bab al-Hadid), también conocida como Puerta de Zaragoza (Bab al-Saraqusta) situada en lado Este, a escasos metros del ángulo sureste; la Puerta de los Judíos (Bab al-Yahud), situada en el lado norte de la muralla; la Puerta de Toledo (Bab al-Tulaitula), heredera de la antigua puerta romana que daba acceso a la Vía Augusta; la Puerta de Amir (Bab Amir al-Qurasi), cerca de la actual Puerta Gallegos; la Puerta Sevilla (Bab Ishbiliya) del Alcázar Viejo y,  la Puerta de Almodóvar, antes conocida como Puerta del Nogal (Bab al-Yawz).

Muralla de la Medina

madina arrabales

 En siglos posteriores la ciudad sigue expandiéndose, creándose fuera de la muralla de la Madina Arrabales, que básicamente son extensiones de terreno que no están dentro del plano urbanístico de la ciudad en esa época, y que se van conformando conforme pasa el tiempo, creándose viviendas, comercios o zonas agrarias.   

crisis del califato

Es a partir del siglo X, con una crisis interna dentro del Califato que con el tiempo acabará con su destrucción y la instauración de los almohades, y también debido al acercamiento cristiano, se amplió la muralla para ocupar estos arrabales para su protección y resguardo en la parte oriental de la ciudad, la cual quedaría anexionada a la muralla anterior.

Muralla de la Medina

la ciudad dividida

De este modo, el amurallamiento de la ciudad de Córdoba quedó dividido en dos zonas. Por un lado, el ya antiguo recinto amurallado de la Madina, y por otro lado el nuevo recinto al este denominado Axerquía.

Esta nueva zona se extendía desde Puerta del Rincón por el lateral de Colón, pasando por Ollerías, el Marrubial y, desde la calle María Auxiliadora hasta llegar a Campo Madre de Dios y ya terminando en el río. Las viejas puertas de origen romano fueron bautizadas con nombres como Puerta Osario, Puertadel Puente o Puerta Almodovar.

últimos cambios

 Tras la ocupación cristiana en el siglo XIII, las dos murallas se mantienen y se restauraron. Desgraciadamente en la actualidad, sólo conservamos algunos restos de muralla de la medina, encontrándose en la calle Cairuán. También las puertas del Puente y de Almodóvar, a diferencia de las puertas de Gallegos y Osario, que acabaron derribadas con el tiempo y por distintos proyectos urbanísticos mal avenidos.