JARDINES
Una extensión de terreno en la parte sur del recinto donde impera una gran diversidad de flora acompañada de numerosas fuentes y regadíos, ofreciéndonos un agradable paseo mientras exploramos retazos de su larga historia que ha quedado sembrada en su tierra.
Conoce su evolución
Época Romana
Los orígenes de estos jardines se remontan a la época romana del siglo I a.C., en tiempos del mismísimo Julio César.
LA LEYENDA
La anécdota y la leyenda se unen bajo la figura de este ilustre personaje, pues se tiene constancia de que estuvo en la ciudad de Corduba durante los primeros años como político romano, ocupando el cargo de Cuestor en la ciudad. Lo que será en su día el Alcázar, estaba instalado el Forum Censorum, es decir, el edificio de aduanas donde un joven Julio César llevaba a cabo su cargo de administrativo durante el tiempo que estuvo destinado en la ciudad. Una de sus aficiones extraoficiales era la plantación de diversas especies de árboles y flores exóticas para esa época, la cual destaca principalmente el plátano oriental, clasificado como Linneo, que plantó.
EXPLICACIÓN LEYENDA
En aquella época se trataba una fruta exótica muy codiciada, pero además su plantación se asociaba a un símbolo de buenos presagios para futuras victorias en campañas militares. De hecho no le fue mal, dado que Julio Cesar consiguió una gran victoria en la Batalla de Munda, en el año 45 a.C. contra Cneo Pompeyo, durante la guerra civil de la República Romana.
¿DÓNDE ESTÁ?
Mucho ha cambiado desde esos tiempos, y aunque se desconoce el lugar exacto en el que se encontraba este árbol, se plantó en época contemporánea un plátano con una misma frondosidad y tamaño en los jardines, custodiando además un estanque decorado con un mosaico romano con formas de caballitos de mar, peces y seres acuáticos mitológicos. Al fondo, junto al muro que limita los jardines, se encuentra un epigrama del antiguo poeta romano Marcial del siglo I d.C., el cual dice hace homenaje al plátano de Cesar.
POEMA DE MARCIAL
“En tierras Tartesas hay una casa celebérrima
Allá donde la Córdoba vienta se mira en el placido
En medio y abarcando toda la morada
Se alza el plátano de César de espesa cabellera
Que la diestra feliz del huésped invicto planto
Comenzando su tronco a crecer desde su mano
Oh árbol del gran César, oh amado de los dioses
No temas el hierro ni el fuego sacrílego. Marcial”
Época Musulmana
Deberemos esperar a los siglos posteriores para empezar a visualizar la composición de los jardines como un lugar no solo más exótico, sino más amplio, siendo los responsables los musulmanes y su llegada a la ciudad de Córdoba con el comienzo del Emirato.
CENTRO DE PODER
En época Califal la ciudad se convirtió en un centro de poder y además se produjó la mayor transformación sus jardines.
El objetivo de su trazado fue el de completar el espacio suficiente que estaba destinado al harén real del emir, en el lugar más cercano a los baños y a las huertas. Según diversos historiadores, las obras pudieron realizarse durante la época de Abderramán II, concretamente en el año 822.
DECLIVE DE LOS JARDINES
Lamentablemente para los jardines, con la llegada de Abderramán III al poder y su consiguiente cambio de residencia al conjunto palaciego de Medina Azahara, los jardines son abandonados, perdurando esta situación alrededor de un siglo. Usándose su espacio posteriormente por los bereberes para su soberano y su corte, reutilizándose los jardines y las huertas más sin el esplendor de antaño.
EL AGUA
La rueda de la Albolafia en el río, así como la construcción del gran acueducto que traía agua del Bejarano y el Caño de Escaravita, permitió que los jardines estuvieran bien abastecidos de agua, cubriendo las necesidades de este, así como del resto del Alcázar.
Época Cristiana
Con la llegada de los Reyes Cristianos los jardines y el Alcázar vuelven a cobrar vida.
EL NUEVO ESPLENDOR
Nos consta que a Isabel la Católica le gustaba pasear por estos jardines mientras leía y charlaba, durante su estancia en la fortaleza. Es uno de los motivos por los cuales los Jardines del Alcázar vuelven a recuperar su esplendor inicial, no solo reforzando la fortaleza, sino por la transformación que amplió su espacio, y por la construcción de estatuas que inmortalizaron a sus majestades.
LA REINA Y LA NORIA
Aunque la reina Isabel la Católica disfrutaba de los jardines, la rueda de la Albolafia en el río le provocaba un tremendo desagrado por las noches, debido al ruido que producía, que le impedía conciliar el sueño, obligó a parar la rueda durante horas.
Tal decisión perjudicó notablemente a la conservación de los jardines, debido a que gran parte del agua que los regaba provenía del río usando la Albolafia.
EL ROBO DEL AGUA
Esto nos trae a otra curiosidad de la época, la cual se afirmaba que los propios vecinos del Alcázar usurpaban agua de los jardines para consumo propio, perjudicando aún más si cabe el mantenimiento de los jardines.
DECLIVE
Aunque la reina Isabel la Católica disfrutaba de los jardines, la rueda de la Albolafia en el río le provocaba un tremendo desagrado por las noches, debido al ruido que producía, que le impedía conciliar el sueño, obligó a parar la rueda durante horas.
Tal decisión perjudicó notablemente a la conservación de los jardines, debido a que gran parte del agua que los regaba provenía del río usando la Albolafia.
Época Actual
Hoy en día, los jardines tienen un excelente mantenimiento gracias a los trabajadores cordobeses del Alcázar, convirtiéndose en un lugar que invita al paseo y a la reflexión mientras se contemplan sus numerosas fuentes, estanques y diversa flora. El complejo está dividido en cuatro grandes partes diferenciadas entre sí.
Conoce los jardines
JARDÍN ALTO
El jardín Alto, está situado al noroeste del complejo, denominado así por estar en la parte más elevada de los jardines y próximo a la entrada principal del Alcázar y a la Torre de los Leones, es un pequeño espacio donde suele imperar el silencio y mucha sombra, acompañado por dulces olores que proporcionan sus setos y árboles, destacando el eucalipto.
JARDÍN MEDIO
El jardín Medio, comprende la zona que está más al suroeste, siendo flanqueada por la Torre de la Inquisición y siendo la entrada, a la vez que salida, del patio Morisco situado en una de las plazas del interior de la fortaleza. Zona no muy extensa, pero con una gran variedad de flora, presidida por una gran fuente rodeada por numerosos árboles que ofrecen una buena sombra en los días más calurosos.
JARDÍN BAJO
El jardín Bajo es sin duda la zona más extensa de todas, comprendiendo buena parte de su superficie, siendo una planta rectangular acompañada de numerosas fuentes, estanques y albercas. Es aquí donde se reúne la mayor cantidad de vegetación. Desde sus naranjos, pasando por sus cipreses, sus damas de noche, alhelíes, lirios, y toda clase de rosales multiflora que se pierden en la vista.
SETOS CON FORMAS
Podemos encontrar ciertos setos cuidados y podados por los jardineros del complejo como si fueran enormes ánforas, así como la forma de una torre defensiva, siendo el disfrute para los más pequeños durante su visita a los jardines.
PUERTA DE LOS JARDINES
En esta parte del jardín, en el extremo norte y pegado al muro, hay una salida que conecta no solo con la ribera del río, sino que el visitante puede contemplar, caminando unos pasos por la parte más septentrional de la muralla la entrada principal que en su día fuera del Alcázar, pero esta está sellada en la actualidad.
PASEO DE LOS REYES
Tránsito e intermedia entre el jardín Medio y el jardín Bajo, un pequeño espacio de paso es denominado como el Paseo de los Reyes. Nombre recibido en honor a los Reyes Católicos, este lugar está asociado como uno de los lugares donde los reyes, principalmente la reina Isabel realizaba sus largos paseos. En la actualidad, es un largo estanque custodiado por numerosos árboles en formación, y entre ellos, se encuentran algunas estatuas que representan a varios reyes que dejaron su huella en el Alcázar. Cada estatua tiene una pose distinta pero generalmente ofrecen una postura de solemnidad.
AMOR EN LOS JARDINES
A medida que pasaron las décadas y los siglos, numerosos reyes cristianos pasaron por el Alcázar y sus jardines, disfrutando del lujo que ofrecía. Como es el caso del rey Enrique II, donde es bien conocido por sus amoríos con la dama cordobesa doña Juana de Sousa, filtreando con ella en estos mismos jardines, así como en las torres del Alcázar, o en clandestinos encuentros nocturnos, dado que Enrique ya estaba casado con Juana Manuel de Villena. De esta relación fuera del matrimonio concibió a uno de sus numerosos hijos bastardos, Enrique de Castilla, el cual está enterrado en la Mezquita Catedral.
ENCUENTRO CON CRISTOBAL COLÓN
Al final del paseo, se encuentra un monumento escultural mucho más grande, donde se puede contemplar la estatua de los Reyes Cristianos, Isabel y Fernando, acompañados de Cristóbal Colón. Esta escena rememora la reunión mantenida entre los Reyes Católicos con el mencionado, para recibir por parte de los reyes financiación para su proyecto de viaje a las Indias, así como el posterior descubrimiento de América que desencadenaría en ese histórico viaje.
OTRAS ESTATUAS
Hay que decir, que estas estatuas no son tan antiguas como se podría pensar, sino que fueron esculpidas en los años sesenta con el motivo de reforzar y embellecer el espacio de los jardines.
Otras estatuas similares que están repartidas a lo largo de los jardines, ofrecen esta misma función, como es el caso de la estatua de Alfonso X situada en la entrada principal del Alcázar.
EL CUIDADO DE LOS JARDINES
El estado de los jardines es bien mantenido gracias a un grupo de expertos jardineros que cuidan de ellos para hacer de la visita una experiencia inolvidable. Se valen de de sistemas de riego antiguos que a día de hoy se mantienen, así como un sistema de hibernación de las semillas que van sustituyendo constantemente plantas ya florecidas en función de la época del año.
LA BELLEZA DE LOS JARDINES
Este trabajo no pasa desapercibido cuando los jardines son visitados por turistas venidos de todos los rincones del mundo para apreciar su belleza.
Los jardines pueden disfrutarse también de noche gracias a la iluminación artificial de la que están dotados, el Alcázar ofrece un espectáculo en el que el protagonista es el agua de sus fuentes.
Otra de las particularidades que podemos encontrar en los jardines son los peces que viven en algunas de las albercas de los jardines, siendo una distracción agradable para toda la familia.
EL ESCENARIO PERFECTO
Una de las costumbres más recientes en nuestros días, y que se está gestando con más fuerza en nuestra ciudad, es la de que los novios, recién casados, tras la finalización de la ceremonia nupcial, acudan acompañados por sus padrinos, familiares y amigos a fotografiarse en los jardines.
Se ha llegado el caso incluso de coincidir en el recinto varias parejas posando entre los árboles, setos o las albercas en un día tan señalado para ellos. No olvidemos que estos jardines siempre fueron recintos del amor como ocurrió en el pasado, y siempre una pareja de enamorados ha tenido su espacio en los jardines siendo testigos silenciosos sus numerosas flores.