BAÑOS DE DOÑA LEONOR

Atravesando el patio chico, encontramos una estancia también rectangular, pero algo más extensa que son los Baños Reales de Doña Leonor.

¿Sabías que?

Fueron construidos por orden el Rey Alfonso XI, en 1328, en honor a su amada y concubina Leonor Núñez de Guzmán, una joven viuda de la alta nobleza sevillana con la que tuvo 10 hijos ilegítimos.

A pesar de que el mismo rey había prohibido el uso de los baños públicos en el país. Después de construir estos baños, el rey decidió soterrar los baños califales, que hoy podemos visitar con la misma entrada del Alcázar, y en su lugar generó una gran plaza de armas, que se llamaría “Campillo del Rey”, que en la actualidad ya muy modificada se llama Campo Santo de los Mártires.

Doña Leonor pasaba largas temporadas en el Alcázar de Córdoba prácticamente recién construido, mientras el rey estaba en sus campañas militares batallando con los moros, mientras su legítima esposa, la Reina María de Portugal permanecía en el Monasterio de San Clemente en Sevilla.

 

situación

Los Baños de Doña Leonor se descubrieron en 1953, y están situados justamente debajo del Salón de los Mosaicos del Alcázar. Son de construcción Mudéjar y siguen el modelo tradicional del baño árabe o hammam, influencia heredada del baño romano y bizantino.

salas

Todas las salas siguen un mismo esquema, con bóvedas de cañón y lucernarios en el techo con forma de estrellas de ocho puntas, que servían para iluminar y ventilar las estancias, las solerías del suelo eran de mármol blanco, y por debajo estaban los sistemas de calderas, leñeras, canalizaciones y hornos necesarios para ir aumentando gradualmente la temperatura del baño.

Conoce las salas de los Baños Reales

SALA DE VESTUARIO

Inicialmente se comienza la entrada al recinto por un pequeño Patio de Recibo que nos da acceso posteriormente a la Sala Fría.

Acceso a Baños desde el Patio Chico

SALA FRÍA

Esta primera sala hacía las veces de vestíbulo o zaguán, lugar donde se dejaba la ropa antes de entrar al baño, también servía como lugar de aclimatación gradual al calor y la humedad a las otras salas consecutivas.

En la sala fría se solía beber agua, zumos o alguna infusión para hidratarte y también estaban instaladas ahí las letrinas, y una pileta de agua fría, que servía para finalizar el baño de las salas más calientes

Sala Fría

SALA TEMPLADA

Es el lugar donde el organismo va produciendo un proceso de sudoración de la piel y acostumbrándose al calor y humedad antes de llegar a la sala caliente. El procedimiento consiste en arrojar el agua fría al suelo de mármol por medio de una cubeta, que producirá una evaporación relativa y cargará de humedad el ambiente. La sala templada no suele superar los 30 grados de temperatura, y la humedad está al 75%, como se utiliza de zona intermedia entre la fría y la caliente, es el lugar adecuado para permanecer más tiempo, y también donde se realizan los masajes, o se frota y exfolia la piel al salir de la sala caliente.

Sala Templada

SALA CALIENTE

La sala caliente, por su parte, está contigua a la caldera, a cuya boca se accede por una obertura, existen también otras piletas donde puedes sumergirte o recoger de la misma agua casi en ebullición y verterla por el suelo ardiente. El aire caliente producido por el fuego de la caldera se expande, a través de un hipocausto o cámara de poca altura, bajo el suelo de mármol de la sala. Los gruesos y sólidos muros mantienen el calor y la humedad, y se genera ya un intenso proceso de exudación de la piel, exacerbado por el vapor, en esta sala se alcanzan temperaturas de 50 grados y la humedad relativa supera el 90%. Es difícil permanecer más de media hora en ella, a partir de ahí se pueden ir haciendo combinaciones al gusto entre las diferentes salas, o terminar con un aclarado y baño de agua fría en la pileta de la primera sala.

Sala Caliente