PATIO MORISCO
Uno de los lugares más bonitos y agradables de pasear dentro del Alcázar de los Reyes Cristianos es el Patio de los Moriscos.
Sabías que…
Uno de estos capiteles romanos encontrados en dicha excavación está situado actualmente en la Plaza de Séneca de la ciudad de Córdoba.
SITUACIÓN
El patio está localizado en el lado occidental de la fortaleza, custodiada por las Torres del Alcázar, siendo la Torre de la Inquisición la más próxima a ella. El recinto se presenta con una planta perfectamente rectangular, siendo de un estilo totalmente morisco con los andenes interiores que van haciendo un recorrido y dando forma al de una cruz, dando lugar después a un espacio amplio acompañado de dos espléndidas albercas. En el centro del patio, se alza una fuente de casquete con un surtidor y unas acequias con pulidas cerámicas.
EL AGUA DEL PATIO
Podemos deleitarnos con el sonido del agua que emana de las fuentes recorriendo hasta las dos albercas a los lados extremos, de poca profundidad y decoradas con sus cerámicas.
LA FLORA DEL PATIO
La disposición del Patio Morisco permite hasta cuatro arriates de jardines, de amplia extensión, y en cada arriate podemos apreciar la diversidad floral, como naranjos, limoneros, pomelos, granados, laurel, jazmines … vegetaciones al más puro estilo del jardín andalusí de los tiempos del califato cordobés, permitiendo la visitante volver por un momento a aquellos tiempos de la historia cordobesa.
También conocido como Patio Mudejar, es el único espacio que, permanece en el complejo del Alcázar con el mismo diseño estructural desde su construcción en el siglo XIV, a pesar de las trasformaciones que han sufrido el resto de estructuras del Alcázar para adaptarse a la cárcel provincial del siglo XIX. El principal motivo es el de su excepcional belleza.
Conoce el Patio Morisco
FACHADA ESTE
La fachada este conformaba la pieza central del antiguo patio del castillo medieval, es una construcción del siglo XIX que era en su día parte de la cárcel provincial anteriormente mencionada.
FACHADA NORTE
Al norte, se levanta una fachada de larga galería abovedada donde están expuestas diversas piezas y esculturas, y como no, el destacado Sarcófago romano. Sobre ella, y cerrando la altura, el adarve entre las dos Torres más antiguas del edificio, la Torre de los Leones y la Torre del Homenaje.
FACHADA OESTE
Al oeste se constituye de la muralla original de la fortaleza, la cual a través de sus almenas se conecta con las Torres de los Leones y de La Inquisición. La construcción arquitectónica de largas galerías abovedadas se repite de manera sistemática en todo el patio, a excepción del muro antes mencionado. En este muro, podemos observar un hueco de puerta tapiado que muestra un arco de origen árabe, siendo una entrada antigua que conectaba el patio con el resto de la fortaleza.
Actualmente, un poco más adelante siguiendo el tramo de la muralla hay un gran portón de hierro que sirve como tránsito entre el Patio Morisco y la parte media de los jardines del Alcázar. Siendo un lugar habitual de tránsito cómodo y rápido entre los turistas que visitan el complejo.
FACHADA SUR
Finalmente, al sur, una dependencia con arcos cierra el patio morisco, donde se conectan las galerías abovedadas anteriormente mencionadas con los otros tramos del exterior del patio. Al centro nos encontramos los restos de un antiguo zócalo de estuco representando de manera fiel los escudos de Castilla y León, acompañados de trazas geométricas y lacerías de estilo árabe.
FORUM CENSORUM
Una pequeña columna se conserva en el patio, encontrada en la excavación de restauración que se realizó en el año 1951, quedándose paralizada tras el descubrimiento.
Dichos restos corresponden según los investigadores, al antiguo emplazamiento de la construcción romana que formaba parte del Forum Censorum, que eran los centros administrativos de la aduana y residencias del Cuestor romano.
El patio morisco se podría considerar un paraíso para la serenidad y los sentidos, siendo de especial calidez en los meses de primavera, donde el discurrir el agua en la fuente, unido a los aromas de las distintas plantas aromáticas ofrecen una experiencia sensorial única de la que ya gozaban los antiguos habitantes del Alcázar.
