PATIO CHICO
Dejando atrás el Patio Morisco por su lado Norte, hay un discreto pasaje que da lugar a un sitio que aunque pequeño, tiene un encanto especial.
Sabías que…
Sobresale un frontal de altar de época romana, que fue irónicamente reutilizado por los musulmanes sustituyendo su utilidad religiosa, por otra un tanto más mundana, haciendo de este altar una letrina para sus baños.
El patio chico
Se trata de un pequeño y solemne patio interior, que nos recibe antes de llegar a la siguiente estancia que son los Baños de Doña Leonor. Este patio es un espacio reducido de forma rectangular. En el centro, un naranjo preside el patio mientras que en sus acotadas paredes hay expuestos variados restos arqueológicos que son tanto del propio Alcázar, como hallazgos encontrados en los baños Califales cercanos a la fortaleza.
ANTES Y AHORA
El aspecto actual no se corresponde a su pasado histórico, habiéndose realizado diversas reformas de este patio. Un histórico plano realizado en el año 1662 por obra de Gaspar de la Peña, y conservado en el Archivo Histórico Nacional, constata que este patio era la antesala a la zona llamada “De las Bóvedas”.
LA SANTA INQUISICIÓN
Las Bóvedas fueron usadas por la Santa Inquisición para llevar a los presos y arrancarles una confesión. Dado que estas bóvedas estaban tan apartadas, los gritos de tortura, no se escucharían en plantas superiores.
Se encuentran en el muro norte del Alcázar, justamente encima de las bóvedas de los Baños Árabes Mudéjares. En sus orígenes, era donde estaba situada la capilla de la Santa Inquisición, en la cual se oficiaban los autos de fe. Tras la abolición de la misma esta se convirtió en capilla de la cárcel que fue posteriormente.
Atravesando el patio encontramos una estancia también rectangular, pero algo más extensa, corresponde a los Baños Reales de Doña Leonor.