TEMPLO ROMANO
Bajando la Calle de Claudio Marcelo, a espaldas del Ayuntamiento de la ciudad de Córdoba, se alzan los restos del Templo Romano de la ciudad de Córdoba.
Sabías que…
Su descubrimiento se originó en el año 1950, durante las obras de ampliación del ayuntamiento de córdoba donde se descubrieron, por casualidad, los restos arqueológicos del templo.
HISTORIA
Sus orígenes se remontan al siglo I d.C., durante la época romana Imperial y donde su función principal consistía en el culto Imperial de la época, siendo uno de los mejores conservados de este periodo. Esto se debe no solo a sus dimensiones y gran tamaño, sino a la conservación de sus columnas, once en total que formaban parte de su estructura con una planta rectangular.
CONSTRUCCIÓN
El templo estaba elevado sobre un podium al que se accedía por una escalinata situada en la parte oriental del edificio, y frente a esta había un altar de gran tamaño donde los sacerdotes llevaban a cabo sus ritos sagrados.
Los materiales empleados en su construcción fueron en su mayoría mármol, material común usado en este tipo de edificios religiosos. La particularidad arquitectónica que tiene este templo, es que fue edificado en una zona con pendiente, característica que podemos observar mientras visitamos el templo. Esta pendiente pudo traer consigo una serie de inconvenientes para la consistencia del conjunto.
¿Cómo lograron solventar el inconveniente?
Fue necesario construir una especie de terraza artificial con muros dispuestos en forma de abanico, para evitar que se desplazase por el peso del conjunto, este tipo de sujeción era llamada Antérides. No solo consiguieron la sostenibilidad de la estructura, sino que además supuso un avance arquitectónico muy importante para aquella época de la Roma Imperial.
ESTADO ACTUAL
Actualmente algunas de sus piezas forman parte de una reconstrucción que se realizó tanto en los años 50 del siglo pasado, como en la actualidad con varios proyectos de restauración. Podemos contemplar, varios capiteles, fustes y otros elementos son originales del templo, repartidos por el suelo.
RESTOS DEL TEMPLO EN CÓRDOBA
Podemos encontrar otros de los restos hallados en las excavaciones, expuestos en el Museo Arqueológico de Córdoba.
Otro sitio donde poder encontrar restos del templo es la Plaza de las Doblas, donde, encontraremos dos de sus columnas custodiando la bella fuente de su plaza.
Parte del muro del templo está incorporado en las instalaciones del Ayuntamiento de la ciudad justo en frente del templo, siendo perfectamente visitable.
El acceso al interior del templo no está permitido, pero eso no nos impide contemplar sus altas columnas, tanto de día, como de noche gracias a su excelente iluminación.
CLAUDIO MARCELO
Muy cerca del Templo Romano se alza una estatua, de reciente construcción. Esta estatua representa a una personalidad de gran importancia en la historia de la Córdoba romana y da el nombre a la calle donde se ubica el Templo Romano, es la estatua de Claudio Marcelo.
Marco Claudio Marcelo, Patricio Romano de la era Republicana del siglo II a.C, no solo fue un político y jefe militar, sino que se le atribuye la fundación de la Córdoba Romana, Corduba.
La estatua mide hasta los tres metros de alto y está realizada en mármol de Carrara, siendo esculpida por el escultor Marco Augusto Dueñas en 2015 y en homenaje a este personaje de la historia de la ciudad.
HABITANTES DEL TEMPLO
Aunque no está abierto el acceso al público el templo cuenta con unos habitantes de los más particulares. Si nos acercamos podremos percatarnos de la existencia de numerosos gatos callejeros que han hecho del templo su hogar, siendo alimentados y queridos por todos aquellos que pasan por la calle del Ilustre Romano.
Los gatos del templo además, se han convertido en particulares guardianes y testigos del día y la noche de esta transitada calle del centro de la ciudad.
