ANFITEATRO ROMANO
Bajo el Rectorado de la Universidad de Córdoba, antiguamente conocido como la Facultad de Veterinaria, se encuentran los restos de lo que en su día fue el Anfiteatro Romano de la ciudad de Corduba.
Sabías que…
La numerosa cantidad de inscripciones funerarias ofrecen y a través de varios investigadores la teoría de que cerca del anfiteatro pudo haber la sede de la única escuela de gladiadores
HISTORIA
Los orígenes del anfiteatro se remontan al siglo I d.C., durante la época romana imperial, que es cuando los investigadores señalan como fecha de su construcción, localizada en la parte occidental de la ciudad de Corduba.
Las fechas coinciden con el periodo patricio y de esplendor de la ciudad romana cuando se constata como Capital de Provincia. Hasta el momento, se considera el anfiteatro más grande de toda la Hispania Romana, y siendo el tercero más grande de todo el Imperio Romano tras el Coliseo y el anfiteatro de Cartago. Teniendo en cuenta que estos dos últimos anfiteatros fueron construidos en épocas posteriores, se puede llegar a afirmar que, por sus dimensiones, este anfiteatro fue uno de los más grandes e importantes durante el siglo I d.C.
El Anfiteatro estuvo en activo hasta principios del siglo IV, momento en el cual fue abandonado y sus materiales comenzaron a ser expoliados.
¿CÓMO ERA EL ANFITEATRO?
Gracias a las excavaciones efectuadas se descubrió como era la base del graderío. Esta poseía una capacidad de aforo aproximada de entre 30.000 y 50.000 espectadores.
A través de posteriores excavaciones en los solares aledaños al yacimiento, se constata que el edificio tenía planta elíptica, cuyo eje mayor mide aproximadamente unos 178 metros y su eje menor es de unos 140 metros.
Su grada se dividía en tres partes; la Ima Cavea, la Media Cavea y la Summa Cavea, llegando a alcanzar una altitud de hasta 20 metros, una altura bastante considerable para la época y de ahí la importancia que tenía para la época.
LOS ESPECTÁCULOS DE GLADIADORES
El anfiteatro era destinado a la celebración de espectáculos a partir de los juegos de sangre, es decir, las luchas entre gladiadores, contra bestias o incluso ejecuciones públicas.
A raíz de las excavaciones arqueológicas anteriormente citadas, se encontraron numerosas inscripciones funerarias de gladiadores en las inmediaciones de los restos del anfiteatro, por lo que se puede constatar que hubo mucha actividad en lo referente a los combates en el anfiteatro.
Conoce a alguno de los gladiadores de Córdoba
ACTIUS
Actius era un gladiador que combatía con espada corta y escudo rectangular típico de los legionarios romanos, portando grebas y un casco decorado la cresta con forma de pez, estos eran denominados Murmillo. Murió a los 21 años tras sobrevivir seis combates. Su familia se encargó de hacer la lápida que ha postergado en el tiempo hasta llegar hasta nosotros.
AMADIUS
También podemos hablar del gladiador Amadus, ya que también se ha recuperado su inscripción. De origen latino de Placentia, llegó de una u otra manera como esclavo a Corduba y combatió en la arena de su anfiteatro. En este caso, Amadus era un gladiador que combatía con una espada pequeña y curva, un escudo pequeño y grebas protectoras con un casco con penacho, conociéndose a este tipo de gladiadores con el nombre de Thraex, o tracios. Luchó nada más y nada menos que 16 veces antes de morir en la arena del anfiteatro, a los 21 años.
ESCUELA DE GLADIADORES DE CÓRDOBA
Hay varios ejemplos más de inscripciones que pueden encontrarse en el Museo Arqueológico.
La numerosa cantidad de inscripciones funerarias ofrecen y a través de varios investigadores la teoría de que cerca del anfiteatro pudo haber la sede de la única escuela de gladiadores de la que, hasta la fecha, se tiene constancia en la Hispania romana.
Más se sigue investigando en estas teorías para sacar aún más luz de lo que fue en su día uno de los monumentos más importantes de la Córdoba Romana, escondiendo aun sus numerosos secretos bajo el suelo cordobés.
