Baños árabes

No lejos del Alcázar de los Reyes Cristianos, se encuentran los Baños Árabes Califales, un espacio que estaba destinado a la vida palaciega andalusí de la época Omeya y Califal.

Los baños árabes son una pequeña parte del inmenso patrimonio arqueológico de época Omeya de Al-Andalus, un ejemplo de arquitectura para resaltar la autoridad y majestuosidad de los califas y un modelo que siguieron los constructores árabes a lo largo de los siglos posteriores.

los baños en la época del al-andalus

Es importante matizar a la hora de hablar de estos baños, que durante el periodo de Al-Andalus una ciudad ganaba prestigio e importancia en función del número baños de los que la misma disponía. En el caso de Córdoba, que para el lector puede resultar es evidente, esta contaba con numerosos baños repartidos por la ciudad. Ya que, según el estudio de los textos árabes que se conservan, a lo largo del siglo X y durante la época de Abd al-Rahman III hasta la época de Almanzor a comienzos del siglo XI, se contaron no menos de seiscientos baños, ya que la ciudad pudo llegar a contar con un millón de habitantes. 

También es importante entender que eran estos espacios públicos. En los baños, herederos de las termas clásicas romanas, se llevaban a cabo baños de numerosos tipos de aseos, tanto terapéuticos, como centrados en actividades religiosas, así como un centro social. Buscando la intimidad, podían ser tanto públicos como privados, más humildes o solo reservados al Califa, a su familia o como lugar de reunión política.  

 

LOS baños califales

Los Baños Califales están situados en los Campo Santo de los Mártires, un espacio que tiene su origen en el Campillo del Rey, nombrado así por la gran plaza de armas creada por Alfonso XI. Desde el siglo X formó parte del complejo del Palacio Califal durante el reinado de Al-Hakam II, y al ser el Alcázar en Córdoba la sede política, civil y religiosa de toda Al-Andalus de la época. Esta zona contó con numerosos establecimientos centrado a las comodidades del Califa.  Sin embargo, con el transcurso del tiempo y de las numerosas épocas de transformación en la ciudad el complejo fue abandonado y reutilizado tras la Conquista de Córdoba en 1236 por Fernando III el Santo.

Baños Árabes

excavaciones

Como suele pasar a menudo en la ciudad Cordobesa, su descubrimiento en la actualidad se realizó de forma accidentada, cuando en 1903, de forma totalmente accidentada cuando se estaban llevando a cabo unas obras municipales. Tras llevarse a cabo una investigación de los restos, fueron soterrados y cubiertos meses después. Hay que esperar hasta el año 1961 cuando nuevamente son desenterrados los restos, debido a una campaña de excavación destinada a encontrar restos funerarios de época califal. 

A diferencia de la anterior excavación, esta fue más completa, contando con numerosos investigadores, así como un estudio mucho más concienzudo y elaborado, encontrando muchas más estructuras y utensilios como restos de cerámica. Dada a la importancia de los restos arqueológicos, fue declarado Bien de Interés Cultural años más tarde, habilitándose como museo el 26 de octubre del 2006. 

descripción

En los Baños del Alcázar Califal podemos encontrar tres zonas diferenciadas entre sí y que corresponden a ampliaciones y reformas de distintas épocas. Un baño Califal al este, un salón de recepciones de época Taifa y un baño de época Almohade al oeste.

Baños Árabes

baño califal

Empezando por el baño Califal, forma la estructura más completa del recinto, el recorrido se desarrollaba en forma de recodo, constando por un conjunto de estancias rectangulares y abiertas con muros de sillería. Empezando por la zona del vestíbulo denominado Bayt Al-Maslaj, era donde se llevaba a cabo la primera fase de los baños, los usuarios eran recibidos y se desnudaban, entregándoles toallas y utensilios de baño. Justo al lado hay un pasillo donde termina en otro pequeño recodo donde se encontraban las letrinas.

sala fría

Dejando atrás el vestíbulo, el usuario podía acceder a la sala fría denominada Bayt Al-Barid, disponiéndose en ellas pilas y letrinas a su disposición. Uno de los aspectos más importantes del baño árabe era su ceremonia de purificación, en la que se oraba a la vez que se iban lavando las distintas partes del cuerpo. Esta Purificación no solo era beneficiosa para la higiene corporal, sino que también lo era para la mental. Otro dato curioso de los baños es, a diferencia de los baños de la actualidad, que no era común la inmersión dentro del agua, ya que se daba más importancia a la sudoración por medio del vapor y al lavado manual del cuerpo.

sala templada

La siguiente sala era la más amplia y la más ostentosa de todas, que era la sala templada denominada Bayt Al-Wastany. Cubierta por unas bóvedas de medio cañón apoyada por arquetas y pilares columnados, iluminadas con lucernarios en forma de estrella de ocho puntas. Sus paredes estaban pintadas y sus zócalos eran de mármol. Un lugar para la relajación, esta sala se convertía en ocasiones en lugar de recepción de visitantes ilustres, así como en punto de reunión política de la corte musulmana. Además, esta era la sala donde el califa pasaba más tiempo, recibiendo atenciones higiénicas y estéticas conformes a su rango e importancia, como podían ser afeitados o masajes corporales. 

sala caliente

La última sala Califal era la sala caliente, denominada Bayt Al-Sajun. Su planta rectangular también con una bóveda con lucernarios en forma de estrella de ocho puntas, consta de dos saletas laterales desde la que se accedía a dos pilas de baños, cubriéndose con una bóveda y decorada las paredes con motivos geométricos. Por debajo de esta discurrían galerías con tuberías de cerámica por las que pasaba el calor del horno hasta acceder a las chimeneas de la sala. En la sala de al lado, entre las pilas de la sala caliente, se encuentra la zona de mantenimiento de la sala caliente que era el horno, disponiendo de las galerías subterráneas, o hipocausto, donde discurría el agua caliente de esa forma el suelo y las paredes caldeaban el ambiente. Curiosamente el horno siempre estaba encendido para evitar deterioros o destrozos una vez se enfriara.

Sabías que…

En la sala caliente se cometieron varios de los acontecimientos que acabaron con el Califato de Córdoba. El primero fue el asesinato en esta misma sala del Califa Ali Ibn Hammud en el año 1018 d.C. Llevado a cabo por tres de sus esclavos mientras se encontraba tomando un baño en esta sala, tras arrojarle un pesado cubo de cobre a la cabeza, donde le remataron a puñaladas. Los esclavos huyeron, aunque dos de los tres esclavos asesinos fueron encontrados y acabaron crucificados sobre el puente de Córdoba. 

Otro trágico suceso en la historia del Califato y de su caída relacionada con estos baños fue la captura y ejecución de Abd al Rahman V cuando hubo un levantamiento de los ciudadanos de Córdoba contra el joven califa debido principalmente a que acogió como guardias a mercenarios beréberes, dado que la población había sufrido durante demasiado tiempo la ocupación bereber en años anteriores. Su gobierno solo duró 47 días.

El joven Califa de 23 años, temiendo por su vida, se escondió en las zonas del horno y la leña donde finalmente fue encontrado, sacándolo de los baños de forma humillante para encontrar su aciago final y condenando a la dinastía Omeya. 

Baños Árabes

el salón de las recepciones

Quedan dos espacios diferenciados que aún no se han mencionado, dado que ocurrieron en épocas posteriores al Califato Omeya.

El salón de recepciones de época Taifa, fue levantado durante la dominación del a Taifa de Sevilla de Córdoba, a finales del siglo XI. En este lugar se hallaron numerosas yeserías talladas de época taifa, almorávide y almohade, todas con inscripciones con motivos vegetales, geométricas o animales mitológicos. Actualmente, están guardadas en el Museo Arqueológico de Córdoba. Este gran espacio que estaba porticado y flanqueado por dos salas que lo unían con el pasillo de la leñera y con los baños, además de estar precedido por un surtidor de agua y un espacio ajardinado dividido en cuatro áreas por dos canales en cuyo centro se colocaba una fuente, ofreciendo una idea de paraíso terrenal. Esta zona fue usada como sala de recepciones o centro de reunión de la política desde el siglo XI al XIV. Como dato curioso, este espacio llegó a ser utilizado por los reyes de Castilla tras la ocupación cristiana de la ciudad.

Baños Árabes

baños almohades

Finalmente, en un pequeño espacio reservado al oeste del complejo se encuentra los baños Almohades. Construidos entre el siglo XII, Se reaprovechó la saleta lateral de la antigua sala de recepciones se reutilizó como vestuario, así como el antiguo horno califal para sus mismas funciones. Desde la saleta se accedía a las tres salas contiguas. La sala fría tenía una estructura cuadrangular, con una pila central decorada con azulejería verde y blanca, teniendo una zona descanso con una letrina que, curiosamente, ha permanecido su asiento en piedra caliza.

La sala templada está abovedada y se divide en dos habitaciones, la primera es de planta rectangular y la segunda cuadrangular cuyo pavimento original de mármol se ha conservado a día de hoy. Finalmente, la sala caliente también estaba abovedada con planta rectangular, albergando una pila de inmersión en uno de sus extremos y donde se pueden contemplar complementos. Por último, la sala caliente almohade era de planta rectangular y bóveda de medio cañón, y albergaba una pila de inmersión en su lado oriental. Estas dos últimas salas están también abovedadas con lucernarios de ocho puntas.

Sabías que…

Y aunque se ha mencionado que los reyes de Castilla tuvieron acceso y disfrutaron de los baños, en 1328, un siglo después de la conquista cristiana de Córdoba, Alfonso XI decidió soterrar los baños, curiosamente después de mandar construir los Baños de doña Leonor en el recién construido Alcázar de los Reyes Cristianos, creando sobre el terreno soterrado una gran plaza en su lugar que fue conocida como el Campillo del Rey.

 

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