EL AGUA DEL ALCÁZAR
El agua siempre ha estado muy presente en el Alcázar de los Reyes Cristianos. Ya sea por necesidades primarias o para encumbrar su belleza, el agua ha recorrido las albercas y las distintas fuentes de la fortaleza, ofreciendo a los visitantes un lugar fresco para descansar en los días calurosos, así como un regalo para la vista.
Sabías que…
El acueducto romano Fontis Aurae del bajo Imperio sigue proporcionando agua a las albercas del Alcázar y a los estanques de la calle Cairuán.
LAS ALBERCAS
Para la administración y sustracción de agua del recinto, se emplean antiguos sistemas de canalización, que proporcionan el regadío necesario para la extensa flora de sus jardines, a la vez que suministran el agua necesaria para cubrir las albercas que ofrecen esa bella y refrescante imagen.
Muchas de las albercas están acompañadas con distintos tipos de vegetación, así como varios tipos de peces que viven en sus profundidades y que suelen ser la atracción que más llama la atención a los que por primera vez pisan los jardines y se encuentran con sus acuáticos anfitriones, siendo habitual que los turistas le ofrezcan algo para comer que estos es difícilmente suelen rechazar.
LA MAGIA DEL AGUA
El agua es un elemento fundamental del Alcázar, tanto, que existe un espéctaculo llamado «Noches Mágicas del Alcázar» donde el agua y la luz son los principales protagonistas.
El sonido de las fuentes, la luz reflejada de los estanques, el aroma de las flores, y la música, nos portan el eco de la voz de aquellos reyes que una vez habitaron este lugar.
Toda una experiencia que obliga a retrotraerse en el tiempo y a dejarse llevar.
FONTIS AUREAE
El agua de las albercas que a día de hoy se sigue usando, se remonta a la época romana, concretamente gracias a uno de los tres acueductos que en su momento se construyeron en la Córdoba Romana, y es el acueducto Aqua Fontis Aureae. Este acueducto, localizado donde hoy se encuentra la estación de autobuses, es de origen romano, concretamente del bajo Imperio entre los siglos II y III.
LOS ACUEDUCTOS ROMANOS DE CÓRDOBA
A raíz de la ampliación de las zonas residenciales de la Córdoba Romana, fue necesario ampliar a un tercer acueducto que acompañaba a los acueductos Aqua Vetus y Aqua Nuova Domitiana Augusta que suministraban el agua por completo a la ciudad. Se desconoce el nombre real de este acueducto pues solo tenemos las fuentes proporcionadas por los textos árabes entre los siglos VIII y X que se refieren a él con ese nombre.
Se destaca de él su buen estado de conservación y el mantenimiento de su funcionalidad, pasando por numerosas reformas en los siglos X por los árabes en periodo Califal, y en el XIII a manos de los cristianos una vez conquistada la ciudad, llegando a la actualidad.
